Matchday II: Futbol total en 8bits, el mejor?

Matchday 2

Plan de una tarde entre amigos, un Amstrad y el juego Matchday 2. Preparados para competir, se ajustaban las configuraciones: modificabas el estilo de juego a Kick III para que no fuera tan aleatorio, elegías la duración de cada tiempo y, por último, cambiabas el nombre de los equipos para crear tu propia liga o torneo. Entonces comenzaba la competición.

Apretujados, los más habilidosos jugaban con el teclado, mientras los demás esperaban su turno, listos para que la CPU les asignara su próximo rival. Una vez en el partido, te dabas cuenta de que no era un juego en el que llegarías a la portería en dos segundos; tendrías que esforzarte para avanzar y disparar a gol, o incluso pasarle el balón a un compañero mejor posicionado.

Podías intentar un cabezazo espectacular que acabara en gol, o presenciar una parada impresionante del portero contrario, como si fuera Oliver Kahn. En ese momento te hacías consciente de que este juego era el auténtico simulador de fútbol, uno que admirarías por siempre. Y, algún día, más viejo que las zapatillas de tu abuela, te volverías a echar una partida con algún colega de aquellos tiempos y gritarías: ¡GOOOOOLLLL!

Introducción:

Desarrollado por Jon Ritman y lanzado en 1987, este título es la secuela del popular Match Day y sigue siendo uno de los juegos de fútbol más memorables de la era de los 8 bits. Aunque hoy en día puede parecer primitivo, en su momento ofrecía una experiencia de fútbol emocionante y adictiva, con mecánicas innovadoras que marcaron un antes y un después en los juegos deportivos de la época.

Gráficos:

Para ser un juego de 1987, Match Day II logra presentar un campo de fútbol bastante bien diseñado, teniendo en cuenta las limitaciones del Amstrad CPC. Los jugadores, aunque algo cuadrados y de movimientos rígidos, son fácilmente distinguibles en el campo. El uso de colores vibrantes le da vida al partido, con camisetas contrastadas y un terreno de juego verde que luce muy bien en pantalla. Las animaciones, aunque no las más fluidas, cumplen su función, especialmente cuando los jugadores chutan o cabecean el balón.

Quizás lo más impresionante en cuanto a gráficos es el hecho de que los jugadores tienen un volumen 3D rudimentario, lo que era un gran logro en los sistemas de 8 bits. Se nota el esfuerzo en crear un juego visualmente atractivo dentro de las limitaciones de la época.

Jugabilidad:

Aquí es donde Match Day II realmente deja su huella. La mecánica de “Kickometer”, que te permite controlar la fuerza de tus disparos, fue revolucionaria para los juegos de fútbol en ese momento. No solo es una cuestión de presionar el botón para chutar, sino que puedes ajustar la potencia del tiro, lo que añade una capa de estrategia muy avanzada para su tiempo. Además, la posibilidad de realizar cabezazos y voleas le daba una profundidad nunca vista en los simuladores deportivos de esa época.

El control de los jugadores puede parecer algo tosco para los estándares modernos, pero es bastante funcional una vez que te acostumbras a los movimientos algo rígidos. Eso sí, dominar el control del balón puede ser un desafío al principio, pero cuando lo consigues, ¡el sentimiento de satisfacción es inmenso!

Otro aspecto que vale la pena destacar es la inteligencia artificial de los equipos contrarios, que, aunque básica, te obliga a pensar estratégicamente en cómo atacar y defender. No es el típico juego donde simplemente corres hacia la portería y marcas; tendrás que trabajar tus jugadas, lo que lo hace más profundo y gratificante.

Y por supuesto, la opción de dos jugadores añade una capa de diversión competitiva que es clave en un buen juego de fútbol. Nada como sentarse con un amigo y competir por la gloria pixelada en Match Day II.

Sonido:

Aquí es donde el juego quizás flaquea un poco. El sonido en Match Day II es bastante simple y minimalista. No esperes escuchar cánticos de la hinchada ni sonidos envolventes. Los efectos sonoros se limitan a los chutes, el silbido del árbitro y el sonido del balón golpeando la red, que aunque básicos, cumplen su función. No hay música de fondo, lo cual era bastante común en los juegos deportivos de la época.

Sin embargo, los sonidos que están presentes, aunque simples, son efectivos y añaden algo de atmósfera al juego, pero claramente no es el punto fuerte de esta entrega.

Innovaciones y legado:

Una de las razones por las que Match Day II es tan recordado es por la implementación del sistema de física del balón. En lugar de que la pelota se “pegue” al jugador, como sucedía en muchos otros juegos de fútbol de la época, aquí la pelota reacciona de manera más realista, rebotando según la dirección y fuerza del golpe. Esto añadió una capa de desafío que lo separó de otros títulos futbolísticos de su generación.

Este juego fue pionero en muchos aspectos que luego se verían reflejados en títulos futuros, como Sensible Soccer o incluso FIFA. No cabe duda de que, en su época, Match Day II sentó las bases de lo que los juegos de fútbol debían ofrecer: control de los jugadores, estrategia en los pases y chutes, y la emoción de un buen enfrentamiento.

Curiosidades:

Jon Ritman, el creador de Match Day II, es una figura legendaria en la industria de los videojuegos de los 80. Además de este juego, es conocido por desarrollar títulos como Head Over Heels.
La física del balón en Match Day II fue tan avanzada para la época que se comentó en varias revistas de videojuegos como un gran salto en la simulación deportiva.
Aunque el juego fue lanzado en varias plataformas, muchos fanáticos consideran que la versión de Amstrad CPC fue una de las más equilibradas en cuanto a gráficos y jugabilidad.